domingo, 10 de agosto de 2008

Prevención del SIDA: ¿solución o atropello?

Luis-Fernando Valdés

México se convirtió en el primer país latinoamericano que ha sido sede de una Conferencia Internacional sobre el Sida, la cual se llevó a cabo del 3 al 8 de agosto pasados. El evento, organizado por las Naciones Unidas, busca la disminución mundial de esta pandemia. El objetivo es excelente, pero algunos políticas y medios para conseguirlo resultan dudosas.
En primer lugar, la Conferencia se sitúa a sí misma –de un modo muy sutil– como un organismo legislativo superior a las naciones participantes. Es llamativo el tono de los discursos, en los que se pide a los países que adopten una legislación determinada por las políticas que sugiere la ONU. Así la UNICEF, en su página web publicó que “la meta final de esta reunión (del 2008) será la de establecer un método de educación sexual amplio, que incluya educación sobre el VIH/SIDA, dentro del currículo nacional de escuelas primarias”.
En principio, una propuesta así parece buena. Sería muy importante, sin duda, que todos los ciudadanos, ya desde la infancia, aprendan a respetar y valorar a todas las personas portadoras del VIH, y que sepa “prevenir” este problema. Pero, detrás de toda propuesta educativa hay un presupuesto fundamental: que la educación es un derecho primigenio de los padres de familia, no del Estado. El conflicto surgirá sólo: ¿qué sucederá cuando el plan de información sobre el SIDA propuesto por la ONU no coincida con el modo de pensar de los papás? ¿se le impondrá a la fuerza?
Varios discursos de esta XVII Conferencia insistían la conexión entre la salud pública y los derechos humanos. El Comunicado de Prensa del 6 día de la Conferencia destacaba que los objetivos de la salud pública eran “frustrados por las violaciones a los derechos humanos, la desigualdad de género y el estigma” (www.aids2008.org). Sin embargo, al proponer una política única de educación sobre el VIH, ¿no están violando también un derecho humano fundamental, como es el derecho de los padres a la educación de sus hijos?
Fue patente que la propuesta de la Conferencia sobre la prevención del VIH gira en torno al uso del preservativo. El francés Bruno Spire explicó que un “paso clave” para prevenir la transmisión sexual del VIH consiste en “combatir la fatiga en la prevención”, e hizo un llamado a las “soluciones pragmáticas” en relación a aquellos que “no usan preservativos consistentemente”. Esta propuesta tiene una ideología de fondo, que consiste en una visión reducida del ser humano y de su sexualidad, la cual es resumida al placer y desligada del amor y de la procreación.
Para prevenir el SIDA lo importante no es capacitar en el uso del preservativo, sino educar en una visión global de la actividad sexual, que abarca todas las esferas del ser humano: corporal, afectiva, lúdica, psicológica, moral y religiosa. La sexualidad se debe llevar a cabo en el marco del amor a la otra persona. Y esa expresión del amor en el sexo capacita para transmitir la vida humana. Pero, ¿qué pasará con las personas que deseen que sus hijos sean educados en esta otra visión? ¿serán atropellados por no aceptar la postura de la ONU?
Es una pena que un esfuerzo internacional, digno de elogio, para ayudar los pacientes de VIH/SIDA del mundo entero, termine reducido a un foro ideológico, que apoya una visión reducida del hombre y su sexualidad, y que pretenda imponer unos medios con los que no todos están de acuerdo.
Correo: lfvaldes@gmail.com
http://columnafeyrazon.blogspot.com

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