domingo, 13 de mayo de 2012

La Cristiada silenciosa


Año 8, número 367
Luis-Fernando Valdés

Se estrenó recientemente la película “Cristiada” y tuvo una excelente recaudación. El comentario que más he escuchado es: “no sabía que en México hubiera ocurrido algo así”. Pues eso mismo podemos decir también hoy, en este 2012: quizá no sabemos que en bastantes lugares del mundo, los cristianos todavía son perseguidos.

Soldados "cristeros"
durante la persecución en México.
Es un largo recorrido de atropellos a este derecho fundamental, desde el Coliseo romano y sus leones, las cimitarras islámicas, la guillotina ilustrada, los campos de concentración (nazis, soviéticos, vietnamitas y chinos), hasta las legislaciones contemporáneas que prohíben o limitan la libertad religiosa.

Las “cristiadas” de hoy son silenciosas. Según la revista “First Things” (EUA), en un artículo firmado por “Evangelicals and Catholics Together”, las persecuciones de hoy ocurren no sólo, en los países de mayoría islámica, sino también en los Estados comunistas de Asia e incluso en las sociedades democráticas (In Defense of Religious Freedom, marzo 2012).

En los territorios islámicos, ya conocemos las historias de Asia Bibi (2010) y de Shabhaz Bhatti (2011), en Pakistán; las bombas colocadas en templos católicos y evangélicos en Nigeria (2011); el Obispo de Mosul (Irak) asesinado en por extremistas islámicos (2008); los “coptos” –cristianos egipcios– asesinados por defender sus templos (2011).

En Asia, los obispos chinos fieles a Roma fueron obligados por el gobierno comunista a acudir a una ordenación de obispos cismáticos (2012). Además, las repúblicas post-comunistas de Bielorrusia, Turkmenistán y Uzbekistán, limitan la libertad religiosa con el fin de controlar todos los aspectos de la vida social. Y en India, los Hinduistas radicales han quemado orfanatorios y escuelas llevadas por cristianos.

Sin embargo, la nueva “Cristiada” también ocurre en los países occidentales, que defienden los derechos humanos. En Canadá, pastores protestantes han sido multados por predicar la moral bíblica sobre la sexualidad humana. En Inglaterra, le han denegado la adopción a parejas que sostienen las  enseñanzas morales de la Biblia. En Polonia, el editor de un periódico fue sancionado por explicar la verdad sobre el aborto. Y qué decir de la ley de reforma sanitaria de EUA, conocida como “Obamacare”, que afecta gravemente a la conciencia de los creyentes

Según First Things, en todos estos casos, se pone de manifiesto cómo “el poder coercitivo del Estado está siendo utilizado para imponer una agenda laicista en la sociedad mientras se empuja a la creencia y práctica religiosa fuera de la vida pública”.

Los llanos y montañas del Bajío fueron el escenario de combate, donde los cristeros defendieron la libertad de culto; en cambio, hoy este derecho humano tiene otro campo de batalla: el estudio y promoción de los derechos humanos y la solidaridad con los perseguidos.

Las “Cristiadas” de hoy se ubican en el plano intelectual: hace falta conocer y entender los derechos humanos y, en concreto, el derecho a la libertad religiosa, que es inherente al ser humano, con independencia de cuál sea su credo. Es importante que los creyentes sepamos razonarlo y darlo a conocer.

Estas nuevas “epopeyas de la fe” incluyen también la solidaridad: es necesario que en Occidente sepamos del sufrimiento de los creyentes que son minoría en los países de Oriente. Hay que sacar de las catacumbas las persecuciones actuales y, a través de los medios, conseguir una presión internacional a favor de esas minorías.

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