domingo, 7 de septiembre de 2014

El Papa y Maradona, más allá de la anécdota


Año 10, número 487
Luis-Fernando Valdés

El Pontífice y el astro de fútbol se unieron en un emotivo abrazo. Ambos argentinos, ambos carismáticos. Un suceso mediático, pero con un gran fondo: solidaridad y apoyo a la paz de Medio Oriente.

El Papa "es humano, uno lo puede abrazar".
 El Santo Padre había convocado a grandes futbolistas retirados, para un “partido por la paz” en el que convivieran jugadores de varias religiones. El encuentro, que se llevó a cabo el lunes 1 de septiembre pasado, dejó un mensaje claro: las diferencias religiosas no conllevan violencia.
Los medios se centraron en Maradona. El ex entrenador argentino se mostró emocionado por el saludo que recibió del Papa y declaró: “Tenemos a un gran representante. Esto me llena de orgullo a mí, a vos, a todos los argentinos, porque es humano, uno lo puede tocar, lo puede abrazar”.
El Pontífice aprovechó para pedirle al afamado futbolista que lo apoyara en una iniciativa de caridad para África. Francisco le dijo: “Vamos a tener una comida, Diego, quiero hablar con vos, quiero hacer un proyecto para que los chicos de África dejen de sufrir y que coman”. (El nuevo diario, 1 septiembre 2014)
Diego Armando se sumó también a la causa de la paz, y afirmó a Radio Vaticana que “un balón vale más que mil fusiles”. Y añadió: “Tenemos que buscar la paz como sea, queremos que la gente tenga consciencia de que la paz es lo mejor para todos”. (News.va, 1 septiembre 2014)
Pero el resultado de esta iniciativa del Obispo de Roma tuvo más trascendencia, porque se convirtió en un gran mensaje para los jóvenes. Diego Simeone, actual entrenador del Atlético de Madrid y ex capitán de la Selección argentina expresó que “para los jóvenes del mundo el mensaje que quiero darles es: el respeto”. “Respetar al prójimo es un gran paso para empezar a construir todo lo que uno desea”, manifestó.
Y el portero de la Juventus y de la Selección italiana, Gianluigi Buffon, sostuvo que las religiones pueden convivir. “A mí el deporte ha ayudado a ‘vivir en grupo’, a vivir en la diversidades que hay en un grupo, saber coexistir con cualquier tipo de compañero, de cualquier religión, de cualquier credo, y a respetarse mutuamente”.
Y añadió: “Pienso que todo tipo de fundamentalismo sea de condenar porque no deja espacio a la razón, a la relación, mientras en cambio una fe fuerte pero no demasiado exasperada, hace mucho bien”. (News.va, 2 septiembre 2014)
¿Qué pensar de esto? ¿Un mero golpe mediático?
Hay que reconocer que el Papa Francisco sabe jugar muy bien con los recursos que tiene a la mano para impulsar la paz en Siria y en Irak. Amante del soccer, el Santo Padre envía mediante un partido de fútbol un mensaje visual de convivencia interreligiosa.
En efecto, tanto los saludos del Papa lleno de afecto a todos los jugadores tanto cristianos como no cristianos, como la convivencia en la cancha entre los futbolistas de distintos credos son una señal de que las religiones, cuando son practicadas sin fanatismo conllevan comprensión.
Además, en su mensaje a estos deportistas, el Pontífice afirmó que ese partido interreligioso era un símbolo para hacer entender que “es posible construir la cultura del encuentro y un mundo de paz, donde creyentes de religiones diversas, conservando su identidad (…) pueden convivir en armonía y en el respeto reciproco”.
Concluyó el Papa explicando que la religión y el deporte pueden contribuir a la paz: “Las religiones, en particular, están llamadas a hacerse vehículo de paz y jamás de odio, porque en nombre de Dios se debe llevar siempre y solamente amor.” De esta manera, ahora mediante un balón, el Santo Padre continúa su defensa de la paz en Medio Oriente.

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